PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
La Congregación de las Pequeñas Hermanas de la Divina Providencia tiene como modelo de vida cristiana a su Fundadora: la Venerable MADRE TERESA MICHEL GRILLO. Ella respondió al llamado de Dios: “Tú tienes que llegar a ser madre de tanta pobre gente”, con una disponibilidad total sirviendo a los más necesitados. Vivió la profunda experiencia del abandono filial en la Divina Providencia. Su oración continúa centrada en la Eucaristía la llevó a hacer una síntesis maravillosa: “ORACION – POBRES”.
Ella vivió solo para Cristo;
Cristo presente bajo las apariencias del hombre que sufre,
Cristo presente bajo el signo del pan,
Cristo adorado en el misterio Eucarístico
Cristo servido en la persona de los más pequeños.
La Madre Teresa repetía con frecuencia que toda su obra era reparadora y que la gobernaba solamente Dios con su Providencia.
Esta Congregación nació en Italia el 8 de Enero de 1899 y es aprobada canónicamente por la Santa Madre Iglesia.
“ABANDONO EN LA DIVINA PROVIDENCIA AL SERVICIO DE LOS MAS NECESITADOS – POBRES.”
Vivir las Bienaventuranzas de Cristo entre los hermanos:
- En la educación
- En la asistencia a los enfermos
- En el servicio social y discapacitados
- En las misiones
- Y en otras actividades respondiendo al llamado de la Iglesia.
“NECESITADOS” para nosotras tiene un sentido muy amplio y depende de los tiempos que nos toca vivir. No solo implica carencias materiales sino también espirituales.
Por tanto, el carisma fundacional se encarna y se expresa en el testimonio vivo de abandono filial a Dios en el servicio al hermano más necesitado.
EDUCACIÓN
Nuestros colegios expresan su identidad siendo una ESCUELA CATOLICA siempre atentas a los principios fundamentales de la Iglesia Católica Romana.
Cada escuela es un centro donde se lleva a cabo el anuncio del amor de Dios Padre, providente, manifestada en la misión salvífica de Cristo, entregada a su Iglesia: “ID Y ENSEÑAD…”
De aquí que la catequesis es muy importante. Y no se reduce sólo a una hora cátedra o a un profesor específico, sino que la tarea evangelizadora compromete a toda la comunidad educativa: Religiosas, personal docentes y administrativos, padres y alumnos en todos los niveles.
La tarea educativa de la Congregación parte de una filosofía del hombre; de la educación; de la escuela; de la familia y de la comunidad tal como nos lo enseña Iglesia.
“Caminemos sin temor por el camino que nos ha sido señalado por la Divina Providencia, recibiendo día a día, momento a momento, los acontecimientos que tienen lugar y que nos manifiestan la Voluntad de Dios” M.T.M. (Madre Teresa Michel)
¿QUÉ NOS PROPONEMOS?
- Formar persona con un nuevo ser y hacer (Jesús hombre nuevo)
- Formar personas capaces de dar respuesta libre y consciente de los llamados de Dios y los hermanos.
- Personas que amen a los pobres y asuman el compromiso de la solidaridad en el compartir, sabiendo que todo lo que posee es por providencia de Dios.
- Personas con sentido trascendente, con una visión nueva en el mundo, del hombre y de la vida, nacida en la contemplación de la presencia de Jesús en la Eucaristía y en el pobre.
- Personas cristianas con una visión de la Iglesia: Comunidad de Fe y Vida, donde se explicitan los valores de la Providencia de Dios, como expresión del reino encarnado en la realidad.
- Personas libres y responsables para servir y contribuir en la historia y en la evangelización de su cultura.
- Personas preparadas para recibir los acontecimientos, de un mundo vertiginosamente cambiante, con serenidad y apertura, tratando de buscar en ellos la Voluntad de Dios.
Las escuelas que dependen de nuestra Congregación tienen como nota distintiva: la Educación de la Fe. ¿Cómo?
- Propiciando la Síntesis: FE – CULTURA – VIDA.
- Transmitiendo el Evangelio de Cristo, dando la motivación fundamental al compromiso cristiano.
- Propiciando medios pastorales para la vivencia de la Fe cristiana en el momento actual de su vida y entorno.
- Transformando la comunidad educativa en un centro de Irradiación evangelizadora: escuela en clima pastoral.
- Preparando a nuestros alumnos para que se desenvuelvan en un mundo pluralista de cosmovisión múltiple, con una identidad cristiana católica firme, sólida.
Es una comunidad de hombres y mujeres que comparten un mismo proyecto educativo y unen sus esfuerzos para hacerlo realidad.
INTEGRANTES
Un centro educativo de las P.H.D.P. es un lugar de encuentro de alumnos; padres; docentes; personal; personal no decente y religiosas.
EL ALUMNO (niño, adolescentes y jóvenes): Es el eje principal sobre el cual giran todas las demás personas de la comunidad educativa. Hacia ellos apunta nuestra obra educativa.
LOS PADRES: Tenemos en cuenta que los padres eligen nuestros centros educativos en virtud de su patria potestad. Y para que la relación escuela-padres no sea equívoca deben ser informados permanentemente acerca de las características de esta escuela católica.
Siempre serán respetados en sus derechos de ser informados, consultados y escuchados acerca del comportamiento escolar de sus hijos.
A su vez se insistirá a que éstos asuman sus responsabilidades educativas viendo en la escuela como una “colaboradora” de su misión: dar la vida y educar.
Lo/as DOCENTES (Maestros, profesores y personal administrativos):
Ellos son los principales, primeros y privilegiados factores para hacer realidad concreta nuestra Obra educativa michelina.
De ahí que, todos los docentes de nuestra institución es necesario que sean verdaderos testigos de Fe católica en las escuelas. Puesto que el educador educa más con el ejemplo de su vida que con la palabra.
Ellos deben ser portadores de valores eternos y de un mensaje de salvación y de vida. La autenticidad de su vocación docente lo manifiesta en el gozo de realizar su tarea.
Promueve la formación integral de sus alumnos y para ello reflexiona sobre su tarea actualizándose, capacitándose profesionalmente en forma permanente.
El gran Modelo del docente católico es Jesús, el maestro de los Maestros.
Nuestros centros educativos optan por una pedagogía que nace de la contemplación: Jesús – Maestro por excelencia – que nos enseña el amor del Padre Creador y Providente.
Puede decirse que partimos de una pedagogía que es experiencial, participativa y transformadora que:
- Tiene en cuenta el conocimiento del alumno, mide sus posibilidades, lo estimula proporcionándoles medios para aprender por sí mismos en el trabajo individual y por el intercambio en el trabajo grupal.
- Evita cualquier clase de discriminación entre los alumnos y la competividad egoísta; afianzando la tolerancia mutua, el respeto, la solidaridad, la paz, la justicia, la comprensión, el compañerismo, la fraternidad, la caridad, etc.
- Tiende a la educación de los valores que trascienden en Dios y reclama la formación de actitudes correspondientes.
La metodología es abierta y flexible. Integra los avances metodológicos suficientemente avalados y aplica sus propias metodologías, según los grupos.
RELIGIOSAS: Debemos ser las primeras portadoras del don maravilloso que regaló al Señor a la Iglesia, que es nuestro Carisma: Abandono, confianza en la Divina Providencia.
“La hermana junto al alumno de cualquier edad debe promover el desarrollo integral de la persona humana.” (D.G.5).